Por Alberto Barrera-Enderle
En la historia del futbol mexicano se sabe que en la década de los setenta el Cruz Azul fue el amo y señor del futbol mexicano. Sin embargo, Monterrey fue casi siempre una pesadilla para la poderosa Máquina de la década de los setenta. Hace un par de años, el ahora directivo cruzazulino, Alberto Quintano, contó que el equipo que más se le dificultaba a aquel Cruz Azul tricampeón fue el Monterrey. Hoy nos vamos a trasladar en el tiempo a la jornada 19 de la temporada 1971-72 para recordar un memorable partido entre La Pandilla del Monterrey y la Máquina del Cruz Azul. No olvidemos que fue justamente en esa campaña cuando Cruz Azul se convirtió en equipo capitalino al dejar el pequeño poblado de Jasso, Hidalgo por la majestuosidad del Estadio Azteca. Pero también fue en esa campaña que inició el gran reinado del Cruz Azul, fue la primera de las tres temporadas consecutivas en que el Cruz Azul se coronó (1971-72, 1972-73 y 1973-74).
El Monterrey de 1971-72
El Monterrey de 1971-72
El partido entre ambas escuadras se efectuó el sábado 4 de marzo de 1972 a las 20 horas en el Estadio Tecnológico. Desde una semana antes una gran expectación se generó por dicho partido que enfrentaría a dos de los tres mejores equipos de la temporada. Cruz Azul llegaba como superlíder y líder de su grupo; Monterrey era tercero general y líder del otro grupo. Además, Cruz Azul venía con una impresionante racha de 16 partidos sin perder. De hecho, su única derrota fue en la jornada 2 de esa temporada ante el mismo Monterrey. La Pandilla tuvo el honor de ser el primer rival en la historia que tuvo Cruz Azul jugando como local en el Azteca y el resultado fue un contundente 3-1 a favor de los Rayados. Octavio “Centavo” Muciño anotó por la Máquina mientras que por Monterrey, Daniel Ernesto Musante, de penal, y Alfredo “Alacrán” Jiménez en dos ocasiones por el Monterrey. Así que para la jornada 19 se le presentaba a Cruz Azul una gran oportunidad para vengar la derrota que la escuadra regiomontana le propinó en la primera vuelta.
El "Alacrán" era la nueva estrella del Monterrey
El "Alacrán" era la nueva estrella del Monterrey
La afición entendió que era un partido estelar y la demanda de boletos fue desmedida desde días antes. Incluso el partido no sólo llamó la atención de la capital de Nuevo León sino que hubo demanda de boletos desde ciudades aledañas como Saltillo, Nuevo Laredo, Reynosa y Ciudad Victoria. Nadie quería perderse tremendo partido. Era una oportunidad única para ver a las estrellas del Cruz Azul: Miguel Marín, Alberto Quintano, Octavio Muciño, Horacio López Salgado, Eladio Vera, “Kalimán” Guzmán, Alberto Gómez, Fernando Bustos y Héctor Pulido contra el Monterrey de Ubirajara Chagas, José Luis “Gorras” Guerrero, Alfredo “Alacrán” Jiménez, Francisco Avilán, Daniel Musante, Vicente Álvarez, Guarací Barbosa y Javier Quintero; un Monterrey que no perdía en el Tecnológico desde la temporada anterior.
La Pandilla de Ignacio "Gallo" Jáuregui
La Pandilla de Ignacio "Gallo" Jáuregui
A pesar de que el Monterrey tendría las bajas por lesión de Guarací Barbosa y Milo Cruz, los boletos volaban en todas las tiendas donde estaban disponibles: Farmacias Benavides, Zapatería Garay, Relojería Guti, Peluquería Héroes y Pasaje La Reinera. La expectación era tal que las autoridades tuvieron que organizarse, el jefe de tránsito de Monterrey tuvo que reunirse con los dueños de las empresas camioneras para asegurar el acceso a la gente y solucionar uno de los problemas que aquejaban al futbol: la falta de transporte público que llevara a la afición al Tecnológico los sábados por la noche. Pero debido a la importancia del partido se dispuso que desde la Plaza Zaragoza salieran cien camiones y cincuenta peseros. Cada cinco minutos partiría un camión desde la Plaza Zaragoza rumbo al Tecnológico y al final del partido sería lo mismo pero en sentido inverso[1]. Los camiones anunciaron una tarifa de 1 peso y los peseros de 1.50. El asunto era asegurar que la afición tuviera manera de transportarse.
De esta manera, desde mucho antes de las 20 horas ya había un gran ambiente en el Tecnológico. El estadio presentaba un lleno impresionante nunca antes visto pero además afuera quedaban aún miles de personas que exigían ingresar hasta que algunas puertas de acceso no resistieron a la presión y la gente inundó la cancha. Tanto al inicio del partido como al comenzar la segunda mitad, el partido estuvo cerca de ser suspendido por una gran cantidad niños y jóvenes que estaban metiéndose a la cancha. Al fin el árbitro puso orden y el D. T. de Cruz Azul, Raúl Cárdenas, aceptó jugar así. La gran entrada en la tribuna y en la cancha motivó al Monterrey del Gallo Jáuregui que salió inspirado y barrió por completo al futuro tricampeón.
Comenzó el partido y Cruz Azul se lanzó con todo a comerse al Monterrey que aguantó firme las embestidas celestes. Rápidamente el mediocampo rayado comandado por José Luis “Dumbo” Rodríguez, Juan Manuel Olague y Ubirajara Chagas comenzó a imponer orden, primero recuperando y después lanzado a los puntas José Luis “Gorras” Guerrero, Paco Avilán y “Alacrán” Jiménez. Justamente en la primera de esas descolgadas, apenas pasado el minuto 2, Javier Sánchez Galindo fauleó al “Alacrán” en los linderos del área. Cobró el astro brasileño Ubirajara Chagas un balazo rasante que esquivó a la barrera y se incrustó pegado al poste izquierdo del famoso “Gato” Marín quien fue un simple espectador más del golazo de “Bira”. La gente estalló en júbilo empujando a La Pandilla a ir por más. El resto del primer tiempo fue ríspido y de mucha lucha en mediocampo. Cruz Azul sólo tuvo una llegada: un trallazo de Cesáreo Victorino que fue anulado por el “Loco” Quintero.
El segundo tiempo comenzó con un Monterrey más ofensivo, con “Bira” más adelantado combinándose peligrosamente con Guerrero y Avilán. A los 55 minutos “Bira” escapaba y Sánchez Galindo lo detuvo con una aparatosa falta que le costó irse a bañar antes de tiempo. Cruz Azul estaba descontrolado y los pupilos de Jáuregui aprovecharon rápidamente. Apenas cuatro minutos después, “Dumbo” Rodríguez habilitó a Olague por la derecha quien lanzó un centro hasta el otro extremo del área donde apareció Avilán, quien de cabeza dejó el balón botando a la entrada del área donde nuevamente apareció Ubirajara quien sacó otro potente disparo a media altura, inalcanzable para el “Súperman”. 2-0 ganaba Monterrey y el Tecnológico era un carnaval y aún faltaba la puntilla.
Tres minutos después del segundo gol, nuevamente “Bira” se lleva la marca del “Kalimán” y filtra un balón al “Alacrán” quien se lleva por piernas a Alejándrez y a Quintano. Este último alcanzó a barrerse y tocar el balón pero no lo suficiente como para robárselo a Jiménez quien sale adelante y puntea la esférica ante la salida de Marín para el 3-0 definitivo. Después de ese gol, el Monterrey se dedicó a pasear y a enfriar la pelota hasta que el árbitro Horacio Fernández decretó el final del partido desatando la locura en el coso del Cerro de la Silla. Monterrey había vencido nuevamente al Cruz Azul y se enfilaba hacia su primera liguilla. Para muchos, el partido había sido la final adelantada y sólo un arbitraje tendencioso en la semifinal América vs Monterrey dejó afuera a La Pandilla de disputar su primera final. Cruz Azul venció sin problemas 4-1 al América en la final y fue campeón. Siempre nos quedará la duda qué hubiera pasado si la final hubiera sido Cruz Azul vs Monterrey. Lo mismo nos volveríamos a preguntar en 1974 cuando un Monterrey todavía más poderoso perdió increíblemente una semifinal ante el Atlético Español que tenía prácticamente ganada. Pudieron haber sido dos finales Monterrey vs Cruz Azul entre 1972 y 1974 pero nos faltó el último paso. Esa final sólo pudo venirse dando 35 años después. Así son los caprichos del futbol.
Volviendo al partido que recordábamos, esa noche, más allá del contundente triunfo rayado, quedó demostrado que el Monterrey había conseguido su mayor éxito: hacer que el futbol se arraigara en la ciudad y reuniera multitudes. Fue en ese momento en que el entonces presidente del Monterrey, Alberto Santos, comenzó a darse cuenta que el Tecnológico era ya insuficiente para los Rayados. Un año después fue necesaria la mudanza al Estadio Universitario para darle cabida a una afición ávida de futbol. A partir de ahí ya nada detendría el arrollador impacto del futbol entre las multitudes regiomontanas y ya nada impediría el proceso que convertiría a Monterrey en la mejor afición del país. Pero siempre quedará en la memoria de aquellos aficionados ese partido en que cientos de niños tuvieron que sentarse a las orillas de la cancha del Tec mientras dentro de ésta figurones como Marín, Quintano, López Salgado, Ubirajara, “Alacrán” y varios más se disputaban los primeros lugares del futbol mexicano. Aquella noche la afición regiomontana se fue feliz por haber presenciado cómo la Máquina fue violentamente descarrilada por una Pandilla de azul y blanco.
En esa ocasión, los equipos alinearon así:
MONTERREY: Javier Quintero; Magdaleno Cano, Daniel Haro, Daniel E. Musante, Vicente Álvarez; José Luis "Dumbo" Rodríguez, Juan Manuel Olague, Ubirajara Chagas (Edmundo Manzotti 78'); José Luis "Gorras" Guerrero, Alfredo "Alacrán" Jiménez y Francisco Avilán. D. T. Ignacio Jáuregui.
CRUZ AZUL: Miguel Marín, Marco Antonio Ramírez, Javier "Kalimán" Guzmán, Alberto Quintano, Javier Sánchez Galindo; Jesús Prado (Juan Manuel Alejándrez 60'), Héctor Pulido, Cesáreo Victorino; Fernando Bustos, Horacio López salgado y Eladio Vera. D. T. Raúl Cárdenas.
Árbitro: Horacio Fernández
Tarjetas Rojas: Javier Sánchez Galindo (55') por reiteración de faltas.
En esa ocasión, los equipos alinearon así:
MONTERREY: Javier Quintero; Magdaleno Cano, Daniel Haro, Daniel E. Musante, Vicente Álvarez; José Luis "Dumbo" Rodríguez, Juan Manuel Olague, Ubirajara Chagas (Edmundo Manzotti 78'); José Luis "Gorras" Guerrero, Alfredo "Alacrán" Jiménez y Francisco Avilán. D. T. Ignacio Jáuregui.
CRUZ AZUL: Miguel Marín, Marco Antonio Ramírez, Javier "Kalimán" Guzmán, Alberto Quintano, Javier Sánchez Galindo; Jesús Prado (Juan Manuel Alejándrez 60'), Héctor Pulido, Cesáreo Victorino; Fernando Bustos, Horacio López salgado y Eladio Vera. D. T. Raúl Cárdenas.
Árbitro: Horacio Fernández
Tarjetas Rojas: Javier Sánchez Galindo (55') por reiteración de faltas.
Que barbaro Beto, parece que ahi estabas, de donde sacaste donde se vendian los boletos? habia otro lugar en el " Pasaje Calderon" el cual no se si aun existe, deportes Milo Cruz tambien vendio y alguna vez deoprtes Hdz Jr si mal no recuerdo, pero tambien te regalaba la TKR, Y LA XEOK, estaciones de radio, lo de los camiones tambien cierto, eran unos amarillos de un caballito ruta 44, " Punta de la Loma" " El Alamo",los unicos que salian para alla, pero el "dedo" te llevaba mas rapido, era re facil agarrar aventon, camiones de redilas se llenaban, la mayoria de la gente era amable y esos camiones de carga que regresaban vacios se llenaban de aficionados. el camion no se hubiera dado abasto para llevar tanta gente, afuera de el estadio no existia tanto vendedor de souvenirs, mas bien era una feria gastronomica de antojitos, enchiladas, tacos, flautas,tortas,se alumbraban con aquellas lamparas de gas butano que siempre me causo tanta curiosidad el porque ese calcetin no se quemaba y si emanaba tanta luz, nosotros viviamos en la "Obrera" y el regreso era caminando disfrutando de la noche por toda Ave. Tecnologico en aquel entonces, hasta llegar a Adolfo Prieto o Tapia, y dispersarnos al "canta ranas", " el canalon" " la diagonal" " el carrizales" "la cope", "el vasco" " la chavana" "mercado San Pedro", barrios futboleros. Como me gustaria encontrar fotos de aquellos tiempos, cuando se mudaron a el Uni siguio la misma tonica, ahora era mas "facil " llegar por que habia mas camiones que llegaban a la Uni, pero el regreso era colenadote de una camioneta o en el estribo de los camiones, fijate que me dio mucho gusto leer tu articulo pues recordar es vivir y mi Tierra la adoro por tanto que disfrute de chavalo, y no creas que soy tan ruco pero es que desde los 8 ya eramos unos "vagos" sanamente hablando pues el futbol nos mantenia lejos de malas vibras. Beto, en lo personal disfruto mucho tus relatos y que bueno que te metes en el papel pues lo narras como si ahi hubieras estado. Felicidades por tu exelente trabajo. Ruben
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